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El próximo 30 de mayo se cumplen 40 años desde que nuestro país ingresara oficialmente en la Alianza del Atlántico Norte (OTAN). En 1982 el gobierno que en aquel momento histórico ejercía como promotor e impulsor de una oligarquía alimentada a través de las condiciones de sobrexplotación que imponía a la clase obrera de nuestro país, se disponía de nuevo a colocar en primer plano de su agenda política los intereses de esa oligarquía parasitaria que durante 40 años mantuvo a nuestro pueblo sometido en la larga noche del fascismo. Esas clases dominantes que habían completado el proceso de acumulación capitalista en el mercado interno necesitaban incorporarse a la economía capitalista internacional y ello pasaba por integrarse en las estructuras del imperialismo, tales como la UE y la OTAN.

A pesar del fuerte rechazo popular que en nuestro país existía a la integración en la estructura de la OTAN, sólo el 18% de la población estaba a favor, el gobierno de la UCD firmaba la adhesión a la misma cumpliendo fielmente con los deseos de esas clases dominantes. La adhesión firmada por UCD supuso su práctica desaparición en las elecciones de 1982, abriendo el camino al gobierno encabezado por un PSOE que hasta ese momento se había mostrado contrario al ingreso de nuestro país en la OTAN. Una vez constituido el nuevo gobierno socialdemócrata, el PSOE vira de posición progresivamente hasta asumir las posiciones de la oligarquía española y apostar por el ingreso en la Alianza Atlántica. Desde el triunfo electoral de 1982 hasta la celebración del referéndum de 1986, el PSOE puso toda la maquinaria propagandística del Estado volcada hacia el objetivo de cambiar la opinión mayoritariamente contraria de nuestro pueblo a la participación en las estructuras de la OTAN. La agresiva propaganda del gobierno socialdemócrata, unido a la tendenciosa formulación con la que se presentaba a referéndum y las dudas sobre la limpieza del proceso y la legitimidad del resultado final, poco importaron una vez que la socialdemocracia había conseguido doblegar la voluntad popular.
Cuarenta años después de producirse la adhesión de nuestro país a la OTAN las maniobras antidemocráticas que se pusieron en juego para torcer la voluntad popular han sido evidenciadas, y pocas dudas quedan acerca de los intereses que los diferentes gobiernos que pilotaron el proceso de homologación internacional de la nueva etapa del capitalismo español, representaban. Pero a pesar de que tanto el proceso de adhesión a la Alianza Atlántica como el propio referéndum y posteriores incumplimientos del mismo, son una evidente demostración del carácter antidemocrático y antipopular del parlamentarismo burgués, todos los partidos de la burguesía celebran ese infausto hecho recibiendo en suelo de nuestro país la cumbre de la OTAN que se celebrará en los próximos 29 y 30 de junio.

La cumbre que en pocos días se celebrará en Madrid tendrá un coste para nuestro pueblo de más de 37 millones €. Mientras miles de familias de trabajadores sufren auténticos padecimientos para poner un plato de comida en la mesa, el gobierno de coalición socialdemócrata desembolsa millones para financiar el encuentro de ladrones y se compromete a incrementar en un 100% el gasto militar, tal y como exige la OTAN a sus miembros. Pero las implicaciones de nuestro país como consecuencia de nuestra pertenencia a la Alianza Atlántica no son sólo económicas. En la cumbre se acordará la adopción de lo que denominan Iniciativa OTAN 2030, con la que la alianza imperialista refuerza su carácter agresivo proclamando su vocación de intervenir en cualquier rincón del mundo en defensa de los intereses de los monopolios europeos y norteamericanos en su competencia con los rusos y chinos. La inclusión de Rusia y China como amenazas a la seguridad euroatlántica dentro del nuevo concepto estratégico, expresa el antagonismo existente entre las principales potencias imperialistas que sólo serán resueltas a través de la guerra, ya sea ésta directa o utilizando a otros pueblos como carne de cañón, tal y como está sucediendo en Ucrania. Junto a definición de China y Rusia como amenaza, la otra novedad introducida en la agenda de la OTAN es la de profundizar su presencia en la región del norte de África, el Sahel y Oriente Medio. El incremento de la inversión económica de China en África, su presencia militar en algunos países de la región y la mayor influencia en Oriente Medio de Rusia y China, como consecuencia de los cambios producidos en la correlación de la economía capitalista internacional, han convertido la zona en un escenario importante en la disputa por la hegemonía y el control de las reservas energéticas y las rutas del transporte de mercancías.

En este marco de agudización de las contradicciones entre potencias imperialistas por la disputa de los recursos de los pueblos de África y Oriente Medio, la OTAN asigna a nuestro país el papel de punta de lanza de los agresivos planes del imperialismo euroatlántico en su disputa con China y Rusia, siendo las bases militares estratégicas para el desarrollo del flanco sur, lo que coloca a nuestro pueblo en el centro de la guerra imperialista.

CosPaz, Comités de Solidaridad entre los Pueblos y por la Paz, recoge todo ese acervo de lucha antimiperialista y por la paz acumulado por nuestro pueblo que ha sabido mantener las reivindicaciones de solidaridad entre los pueblos frente al saqueo que a través de la guerra perpetran los monopolios, la no participación de nuestras tropas en misiones imperialistas que nos quieren hacer pasar por misiones de paz, la salida de nuestro país de la alianza criminal que es la OTAN, la ruptura de todos los acuerdos adoptados por nuestro país con la Alianza Atlántica, la recuperación de la soberanía sobre las bases militares y el fin de la presencia de tropas norteamericanas en nuestro territorio y el establecimiento de una política exterior basada en la neutralidad y el respeto a la soberanía de los pueblos.

Cuarenta años después del ingreso de nuestro país en la OTAN, a pesar de todas las operaciones mediáticas y políticas diseñadas y desarrolladas por el Estado burgués para que nuestro pueblo validase los planes agresivos de la oligarquía, siguen presentes entre los sectores populares de nuestro país las aspiraciones que motivaron las masivas movilizaciones con las que se mostró un rechazo categórico a nuestra pertenencia a alianzas imperialistas. Desde CosPaz llamamos a nuestro pueblo a mostrar, los días 29 y 30 de junio, el rechazo no sólo a la celebración de esta cumbre de ladrones y a la pertenencia de nuestro país a esa alianza imperialista, si no a mostrar también nuestro rechazo y condena al proceso fraudulento y antidemocrático que arrastró a nuestro país a las entrañas del monstruo.
¡OTAN NO, BASES FUERA!

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